Preguntas y Respuestas

Preguntas hechas por alumnos al final de las funciones del Cervantes Theatre y contestadas por el equipo de creación de contenido educativo. Si tiene alguna pregunta, no dude en mandárnosla y la añadiremos a esta sección. 

¿Quién es el personaje más manipulador de la obra?

Bernarda es sin duda el personaje más manipulador de la obra. Subyuga a sus hijas a un estilo de vida antisocial que refleja sus propias inseguridades. Instaura una cultura de incomunicación emocional que lleva a la soledad a cada una de las hermanas Alba. Bernarda utiliza el poder que su estatus como matriarca le da para abusar psicológicamente de sus hijas y darles la sensación de que el control que ejerce sobre ellas es normal.

Hay otros personajes que también demuestran ser manipuladores a lo largo de la obra. Por ejemplo, Martirio oculta el hecho de que le ha robado a Angustias el retrato de Pepe el Romano. Incluso cuando la Poncia le delata, Martirio asegura que se trata de una broma en vez de aceptar la verdad. Esta manipulación también se ve en la escena final, cuando Martirio miente: “¡se acabó Pepe el Romano!”, lo cual lleva al suicidio a su hermana pequeña. Martirio se resigna a esta actitud manipuladora cuando asume que es demasiado débil para desafiar a Bernarda, y por lo tanto su manera de tomar control de la situación es imitando la actitud de esta. Por lo tanto pese a que todos los personajes son manipuladores, el origen de esta manipulación es la conducta de Bernarda.

 

¿Por qué la Poncia trata a Bernarda de ‘tú’ y no de ‘usted’?

La Poncia ocupa diferentes posiciones en la dinámica de la casa. Por una parte es el ama de llaves, lo que significa que en términos de jerarquía social tiene menos poder que los miembros de la familia. Esto se demuestra claramente cuando la Poncia le pregunta a Bernarda: “¿Tenemos o no tenemos confianza?”, y esta le contesta: “No tenemos. Me sirves y te pago.” Sin embargo, según se alude en la obra la familia Alba acogió a la Poncia para que sirviese en casa desde una edad muy temprana, salvándola de la pobreza. Al crecer junto a Bernarda las dos entablaron una curiosa complicidad. Por eso la Poncia es la única que se atreve a decirle las cosas tal y como son, como cuando reprime a Bernarda su sentimiento de superioridad al decir: “¡Claro que en otros sitios ellas resultan las pobres!” en alusión a sus hijas. Es este sentimiento de cercanía la que lleva a la Poncia a tutear a Bernarda.

 

¿Qué función cumple Prudencia en la obra?

Prudencia es el único personaje que vive fuera de la casa de Bernarda que aparece en escena. Incluso Pepe el Romano, al que tanto se alude, nunca hace acto de presencia en el escenario. Por lo tanto, Prudencia representa una puerta al mundo exterior y nos da una visión diferente a la realidad definida por Bernarda. En su primera intervención expresa su ansia por marcharse, lo cual indica su incomodidad en presencia de la matriarca. Su ideología contrasta con la de Bernarda, lo que provee al lector con una actitud alternativa a la de la matriarca que resalta su despotismo. En un momento dado esta le dice: “una hija que desobedece deja de ser una hija para convertirse en una enemiga”, y Prudencia contesta: “Yo dejo que el agua corra.” Por lo tanto Prudencia cumple con la función de demostrar que la tiranía de Bernarda no es necesariamente compartida por el resto de la comunidad.

 

¿Trae la Poncia normalidad y paz a la casa?

La Poncia trae normalidad a la casa pues a diferencia de Bernarda tiene sentido del humor, lo que le acerca a las hermanas. Por ejemplo, al principio del Acto Segundo la Poncia no tiene ningún reparo en hablar de su relación con los hombres (un tema tabú en la casa) cuando cuenta su primera experiencia con su marido Evaristo. Exclama: “entonces Evaristo se acercó, se acercó que se quería meter por los hierros y dijo en voz muy baja: "¡Ven que te tiente!" (Ríen todas).” La Poncia no tiene miedo a reírse con las hermanas Alba y esto puebla la casa con una sensación de lo que sería la vida fuera del régimen de Bernarda.

Por otra parte, es importante señalar que aunque la Poncia traiga paz con su actitud relajada, no es amiga de las hermanas Alba, y en este sentido no las proporciona con la normalidad que podrían experimentar fuera de la casa. Como se demuestra en la escena del retrato de Pepe el Romano, la Poncia no duda en delatar a Martirio. Aquí se demuestran sus verdaderos colores: está cumpliendo la función de ama de llaves y su lealtad a Bernarda está por encima de su relación con las hijas.

 

Si Adela se hubiese hecho mayor ¿se habría convertido en Bernarda?

Es posible, aunque la actitud reaccionaria de Adela no la hace la primera candidata entre las hermanas a seguir los pasos de su madre. La hija pequeña se aferra a su derecho de libertad en vez de someterse a la represión ejercida por su madre hasta el punto que decide suicidarse tras la muerte de Pepe el Romano. Esta actitud emotiva y sincera contrasta con la frialdad de Bernarda, que no muestra ninguna muestra de afección en toda la obra.

Por otra parte, Martirio y Magdalena manifiestan un cambio de actitud que se asemeja más al de Bernarda a medida que transcurren los hechos. Magdalena tiene un momento de rebeldía al principio de la obra cuando dice “prefiero llevar sacos al molino. Todo menos estar sentada días y días dentro de esta sala oscura.” En este momento muestra una oposición a su situación que contrasta con la mentalidad tradicional de su madre, pero esto no se vuelve a repetir. En el acto final, en vez de proteger a Adela como al principio de la obra vocifera: “¡Déjala que se vaya donde no la veamos nunca más!” Magdalena ya no encuentra ningún punto de apoyo dentro de ella misma para aferrarse a su opinión y resistir a Bernarda. Su manera de sobrevivir es adoptando la actitud acusativa y represiva de la matriarca, en vez de ensalzar su propia personalidad.

 

¿Cual es el mensaje moral de la obra?

El tema central de La Casa de Bernarda Alba es la lucha entre la represión y la libertad, representada más claramente por los personajes de Bernarda y Adela. Esta última intenta reclamar su libertad al resistir el ambiente de opresión al que se ve sometida, lo que le lleva a la muerte. A primera vista, parece que la obra tiene un mensaje desmoralizador, ya que este suceso se puede interpretar como que la libertad no vence sobre la represión. Sin embargo, Adela sí logra la libertad, ya que tiene una relación con Pepe el Romano pese a ir en contra de las normas sociales, demostrando ser una persona verdaderamente independiente. Esta libertad le es tan preciada que prefiere morir a vivir sin ella. Por lo tanto, el mensaje moral de la obra se puede interpretar como que uno ha de defender su libertad ante todo.

 

¿Si hubiesen estrenado la obra durante la Guerra Civil Española, qué influencia habría tenido sobre ésta?

Lorca era un apasionado del teatro de acción social. En sus propias palabras: “el teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país […] es una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas y explicar con ejemplos vivos las normas eternas del corazón.” (Extractos de la Charla Sobre el Teatro, pronunciada por Federico García Lorca el 2 de febrero de 1935). En el contexto de una España dividida, donde la moralidad conservadora de un bando se sublevó contra la ideología progresista del otro, la dualidad entre Bernarda (represión) y Adela (libertad) es una analogía de la situación política del país. En este sentido, si la obra se hubiese estrenado durante el curso de la guerra habría ofrecido un ejemplo de cómo resistir una situación opresiva y por lo tanto habría tenido cierta influencia sobre ésta. Sin embargo, fueron muchos los factores que desencadenaron los sucesos la Guerra Civil Española, y una obra de teatro por sí sola no es capaz de tener un impacto determinante. En lo que La Casa de Bernarda Alba si que ha jugado un papel importante es en constituir un documento de memoria histórica que capta la situación cultural del país en esta época y por lo tanto ha influenciado de manera muy grande la manera en la que la Guerra Civil Española se recuerda en la España actual.

 

¿Por qué, bajo un régimen tan duro, se atreven las hermanas a contestar a Bernarda?

Pese a que Bernarda ha creado una cultura de represión en la casa, el deseo de libertad de las hermanas, personificado en Pepe el Romano, es lo suficientemente fuerte como para desafiar las reglas de la matriarca. Incluso Martirio, el personaje más débil de la obra ya que a diferencia de Adela se ve incapaz de saciar su ansia por libertad, en el momento en el que Bernarda le regaña por haber robado el retrato de Angustias le contesta: “no voy a llorar para darle gusto”. Es la necesidad de afianzarse en su dignidad lo que le motiva a contestar a Bernarda. Tristemente, Martirio acaba sucumbiendo al control impuesto por su madre, pero Adela se transforma en su propia persona y desafía a Bernarda hasta el punto de romper su bastón, que es símbolo de su régimen. En este sentido, pese a haber traicionado a Angustias, Adela es el personaje que más dignidad tiene en la obra.