Acto Primero

Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos. Puertas en arco con cortinas de yute rematadas con madroños y volantes. Sillas de anea. Cuadros con paisajes inverosímiles de ninfas o reyes de leyenda. Es verano. Un gran silencio umbroso se extiende por la escena. Al levantarse el telón está la escena sola. Se oyen doblar las campanas.

First Act

Very white room inside house of Bernarda. Thick walls. Arched doors with jute curtains topped with arbutus and flyers. Rattan chairs. Paintings with unlikely landscapes of nymphs or kings of legend. It's summer. A great shady silence stretches across the scene. When the curtain rises, the scene is alone. You can hear the bells tolling. 

 

Más: Visualización de la puesta en escena.

Puesta en escena de la producción de Cervantes Theatre de La Casa de Bernarda Alba: "Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos”.

(Sale la Criada)

Criada: Ya tengo el doble de esas campanas metido entre las sienes.

La Poncia: (Sale comiendo chorizo y pan) Llevan ya más de dos horas de gori-gori. Han venido curas de todos los pueblos. La iglesia está hermosa. En el primer sermón se desmayó la Magdalena.

(The Maid comes out)

Maid: My head is bursting with those tolling bells! 

Maid (enters eating chorizo and bread): They've been mumbling away for more than two hours now. Priests have come from every town. The church looks beautiful! Magdalena fainted during the first response.

Más: Uso del lenguaje en la obra.

La Casa de Bernarda Alba es la primera obra en la que Lorca elimina casi por completo el verso. Aún así, el autor recurre a diferentes registros que van desde el lenguaje coloquial a la poesía.
Al principio de cada acto hay ejemplos de lenguaje común que establecen el tono. Por ejemplo, al principio del Acto Primero escuchamos a La Poncia decir que la misa “lleva ya más de dos horas de gori-gori.” Sin embargo, Lorca adopta un estilo más lírico a medida que se desarrolla la trama y se acerca el final dramático.
Lorca logra combinar de manera natural el tono realista y poético a través del uso regular de refranes. A través de éstos instaura la sensación de que la lengua hablada en este universo dramático es depositaria de una experiencia y de un saber ancestrales. Asimismo, cumplen la función de ilustrar el contexto social de opresión, particularmente en relación a la función de la mujer en la sociedad.

Criada: Esa es la que se queda más sola. 

La Poncia: Es la única que quería al padre. ¡Ay! ¡Gracias a Dios tenemos un ratito para estar solas! Yo he venido a comer. 

Criada: ¡Si te viera Bernarda...!

La Poncia: ¡Quisiera que ahora, como no come ella, que nos muramos todas  de hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de los chorizos. 

Criada: (Con tristeza, ansiosa) ¿Por qué no me das para mi niña, Poncia?

La Poncia: Entra y llévate también una orza de garbanzos. ¡Hoy no se dará cuenta! 

Voz (Dentro): ¡Bernarda!

La Poncia: La vieja. ¿Está bien cerrada?

Criada: Con dos vueltas de llave.

La Poncia: Pero debes también echar la tranca. Tiene unos dedos como cinco ganzúas. 

Voz: ¡Bernarda!

La Poncia: (A voces) ¡Ya viene! (A la Criada) Limpia bien todo. Si Bernarda no ve relucientes las cosas me arrancará los pocos pelos que aún me quedan.

Maid: She's the one who's going to be the most lonely.

La Poncia: She's the only one who loved her father. Oh, thank God we're alone for a moment! I came back here to eat.

Maid: If Bernarda should see you!

La Poncia: Since she's not eating, she'd like it if we all starved. Bossy! Tyrant! But she'll be the loser - I've opened her jar of sausages.

Maid (sad): La Poncia, why don't you give me some for my little girl?

La Poncia: Come take a handful of “garbanzos," too. Today, she won't notice.

Voice (inside): Bernarda!

La Poncia: The old lady. Is she locked up tight?

Maid: With two turns of the key.

La Poncia: You should fasten the bolt, too. She has fingers like five skeleton keys!

Voice: Bernarda!

La Poncia (calling out): She's coming! (to the Maid) Scrub every­ thing clean. If Bernarda doesn't see things shine, she'll pull out the few hairs I have left! 

 

Más: Relación entre la Poncia y la Criada.

La actriz Mayca Estevez, que interpreta a la Poncia en la producción de La Casa de Bernarda Alba del Cervantes Theatre, habla sobre la relación entre la Poncia y la criada.

Criada: ¡Qué mujer!

La Poncia: Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse sobre tu corazón y ver cómo te mueres todo un año sin que se le cierre esa fría sonrisa de su maldita cara. ¡Limpia, limpia bien esa ventana!

Criada: Sangre en las manos tengo de fregarlo todo.

La Poncia: Ella, la más aseada; ella, la más decente; ella, la más alta. Buen descanso ganó su pobre marido.

(Cesan las campanas.)

Criada: ¿Han venido todos sus parientes?

La Poncia: Los de ella. La gente de él la odia. Vinieron a verlo muerto, y le hicieron la cruz.

Criada: ¿Hay bastantes sillas?

La Poncia: Sobran. Que se sienten en el suelo. Desde que se murió el padre de Bernarda no han vuelto a entrar las gentes bajo estos techos. A ella no le gusta que la vean en sus dominios. ¡Maldita sea!

Criada: Contigo se portó bien.

La Poncia: Treinta años lavando sus sábanas; treinta años comiendo sus sobras; noches en vela si tose; días enteros mirando por la rendija para espiar a los vecinos y llevarle el cuento; vida sin secretos una con la otra, y sin embargo, ¡maldita sea! ¡Mal dolor de clavo le pinche en los ojos!

Criada: ¡Poncia!

La Poncia: Pero yo soy buena perra; ladro cuando ella me lo dice y muerdo los talones de los que vienen pidiendo limosna cuando me azuza; mis hijos trabajan en sus campos y ya están los dos casados, pero un día me hartaré.

Criada: Y ese día...

La Poncia: Ese día me encerraré con ella en un cuarto y le estaré escupiendo un año entero. "Bernarda, por esto, Bernarda, por aquello y por lo otro", hasta ponerla como un lagarto machacado por los niños, que es lo que es ella y toda su parentela. Claro que no le envidio la vida. La quedan cinco mujeres, que quitando a Angustias, la mayor, la hija de su primer marido que tiene dineros, las demás mucha puntilla bordada, muchas camisas de hilo, pero pan y uvas por toda herencia.

Criada: ¡Ya quisiera tener yo lo que ellas!

La Poncia: Nosotras tenemos nuestras manos y un hoyo en la tierra de la verdad.

Criada: Esa es la única tierra que nos dejan a las que no tenemos nada.

La Poncia: (En la alacena) Ese cristal tiene unas motas.

Criada: Ni con el jabón ni con bayeta se le quitan.

(Suenan las campanas)

La Poncia: El último responso. Quiero oírlo. A mí me gusta mucho cómo canta el párroco. En el "Pater noster" subió, subió, subió la voz que parecía un cántaro llenándose de agua poco a poco. ¡Y que al final dio un gallo, pero da gloria oírlo! Ahora que nadie como el antiguo sacristán, Tronchapinos. En la misa de mi madre, que en paz descanse, cantó. Retumbaban las paredes, y cuando decía "Amén" parecía que un lobo había entrado en la iglesia. (Imitándolo) ¡Ameeeén! (Se echa a reir) 

Criada: Te vas a hacer el gaznate polvo.

La Poncia: ¡Otra cosa hacía polvo yo! (Sale riendo)

(La Criada limpia. Suenan las campanas)

Criada: Fastídiate, Antonio María Benavides, tieso con tu traje de paño y tus botas enterizas. ¡Fastídiate! ¡Ya no volverás a levantarme las enaguas detrás de la puerta de tu corral! (Por el fondo, de dos en dos, empiezan a entrar mujeres de luto con pañuelos grandes, faldas y abanicos negros. Entran lentamente hasta llenar la escena) (Rompiendo a gritar) ¡Antonio María Benavides, que ya no verás estas paredes, ni comerás el pan de esta casa! Yo fui la que más te quiso de las que te sirvieron. (Tirándose del cabello) ¿Y he de vivir yo después de haberte marchado? ¿Y he de vivir?

(Terminan de entrar las doscientas mujeres y aparece Bernarda y sus cinco hijas)

Maid: What a woman!

La Poncia: She tyrannises everyone around her. She could sit on your heart and watch you die for a whole year without taking that cold smi1e off her damn face! Scrub! Scrub those tiles!

Maid: My hands are bleeding from all this scouring.

La Poncia: She - the most immaculate - the most decent. She - the most superior! Her poor husband has earned a good rest.

(The bells stop tolling.)

Maid: Did all their relatives come?

La Poncia: Hers did. His people hate her. They came to see him dead and make the sign of the cross.

Maid: Are there enough chairs?

La Poncia: More than enough. Let them sit on the floor! Since Bernarda's father died, people haven't been back to this house. She doesn't want them to see her in her domain. Damn her!

Maid: She's been good to you.

La Poncia: Thirty years, washing her sheets. Thirty years, eating her leftovers. Nights watching over her when she coughs. Entire days peering through cracks, to spy on the neighbours and bring her the gossip. A life with no secrets from each other. And yet - damn her! May she have a horrible pain - like nails stuck in her eyes.

Maid: Poncia!

La Poncia: But I'm a good dog; I bark when I'm told to, and I snap at beggars' heels when she sets me on them. My sons work in her fields, and they're both married now, but some day, I'll be sick of it.

Maid: And on that day . . .?

La Poncia: On that day I will lock myself in a room with her, and spit at her for a whole year! 'For this, Bernarda!'  'And for that!' 'And for the other!' Until she's like a lizard that children have smashed to pieces. That's what she is! And so is her whole family. I certainly don't envy the way she lives. She has five girls on her hands, five ugly daughters, but except for Angustias, the oldest - who is her first husband's child and has some money - the rest? Lots of fine lace, lots of linen shifts, but bread and grapes, is all they will inherit!

Maid: I would like to have what they have.

La Poncia: What you and I have is our hands and a hole to be buried in when we die.

Maid: That's all the land they give to us who have nothing

La Poncia (at the cupboard): This crystal has some spots on it.

Maid: Neither soap nor flannel will get them off.

(The start bells tolling.)

La Poncia: The last prayer - I'm going over to listen. I love the way the priest sings! In the paternoster his voice rose higher and higher - like a water pitcher being filled little by little. At the end it cracked, but it's glorious to hear him. Even so, there's no one like Ear-splitter, the old sacristan. He sang at the mass for my mother, may she rest in peace. The walls trembled, and when he sang the 'Amen', it was as if a wolf had come into the church. (Imitating him) AME-E-EN!!

(She starts to cough.)

Maid: You'll pulverize your windpipe!

La Poncia: I'd rather pulverize something else!

(She exits, laughing. The Maid scrubs. The bells are tolling.)

Maid: Rot away! Antonio María Benavides! Stiff in your woven suit and your high boots! Rot away! Never again will you lift up my skirts behind the back corral!

(From the rear, Women Mourners begin to enter, two by two. They wear full black skirts and shawls and carry black fans. They enter slowly, until they fill the stage. The Maid breaks into a wail.)

Maid: Antonio Maria Benavides, you'll never again see these walls, nor eat the bread of this house!  Of those who served you, I loved you the most! (she is tearing her hair.) Must I go on living after you have gone? Must I go on living?

(As the two hundred Women Mourners finish entering, Bernarda Alba and her five Daughters appear. Bernarda is leaning on a cane.)

 

Más: Relación entre los personajes en base a la jerarquía social.

Mayca Estevez habla sobre las jerarquías sociales en la casa.

Bernarda: (A la Criada) ¡Silencio!

Bernarda: (To the Maid) Silence!

Más: ¿Cómo ha sido representada Bernarda Alba tradicionalmente?

Teresa del Olmo, que interpreta a Bernarda Alba en la producción de febrero de 2019 del Cervantes Theatre, habla sobre cómo la matriarca ha sido tradicionalmente representada.

Acto Primero - Parte 2

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